Actualmente las empresas tienden a reconvertir las estructuras del negocio con el fin de llevarlas a ser más competitivas; también reconducir sus recursos humanos a la eficiencia de la producción y la eficacia de la venta.
Es cierto que el CRM, es una herramienta que tiene ya cierta vigencia en nuestro país. Las herramientas de gestión de relaciones con los clientes son las soluciones tecnológicas para conseguir desarrollar la “teoría” del marketing relacional. El marketing relacional se puede definir como “la estrategia de negocio centrada en anticipar, conocer y satisfacer las necesidades y los deseos presentes y previsibles de los clientes”.
Ahora bien, antes de ser CRM, ya se tenían varios elementos de cara al cliente en entre los que podemos contar al “Servicio al Cliente”, “Sales Force Automation” y “Call Center”. Por ello el CRM pertenece al área de las comunicaciones integradas, es decir, tiene que ver con el marketing, la comercialización y todo aquello que tenga que ver con dar un buen servicio al cliente, capturar su atención y obtener el mejor negocio.
El CRM irrumpió como un concepto y de ahí se han derivado varias herramientas capaces de orientar todos los recursos de una organización para conseguir más clientes, fascinar a los existentes y vender cada vez más, excelente estrategia, ¿no crees?.
El CRM es tanto una ‘Filosofía de Negocio’, como la ‘Tecnología’ que lo hace factible. Dicen los gerentes: “El CRM es una estrategia empresarial y operacional, enfocada en incrementar el crecimiento de los ingresos de cada negocio, potenciando la tecnología para desarrollar las relaciones con el cliente y crear valor…” Lo que hay que lograr es una ‘Cultura de Empresa’ centrada en el cliente. Si logramos obtener de cada uno de los integrantes de la organización esta ‘Cultura Centrada en el Cliente’, la conciencia de tener una visión focalizada en ellos, con seguridad tendremos toda la información del cliente de manera natural, la cual permitirá explotarla de forma coherente e integral.
Fuente:Interselect